En un laboratorio se deben seguir determinadas normas de seguridad para garantizar el buen funcionamiento y la protección del personal. Su correcta aplicación disminuye el riesgo de accidentes o enfermedades profesionales. Según establece el manual preparado por la Asociación Chilena de Seguridad, las normas se deben aplicar en cualquier laboratorio, independientemente de su especialidad.
Las normas de seguridad en el laboratorio se basan en distintas aristas, que permiten ordenar las instalaciones y manejar adecuadamente los productos. Aquí te explicamos todo lo que debes saber para un trabajo seguro y ordenado.
Edificación e instalaciones
La edificación debe contar con dependencias habilitadas para los distintos requerimientos del laboratorio. Por ello, se deben establecer espacios para el público, el almacenamiento, la recolección de muestras, los análisis, entre otros. Además estas áreas deben estar diseñadas de modo que permitan controlar el acceso y estén debidamente separadas.
Por otra parte, las áreas de laboratorio también debe tener algunas características físicas como:
- Pisos lisos e impermeables que deben contar con un declive que permita asear desde las áreas limpias hacia espacios sucios.
- Paredes lisas e impermeables que tengan uniones cóncavas entre pared – piso, pared – cielo y pared – pared.
- Puertas que giren en un sólo sentido. Esta característica evitará accidentes de personas que transportan materiales.
- Ventanas que brinden una buena iluminación natural.
Servicios básicos
Las instalaciones eléctricas que se coloquen en la edificación deben prevenir situaciones de riesgos. Por ello se deben seguir también una serie de normas para su adecuada colocación. Asimismo, las redes de agua potable y de gases también deben cumplir con medidas específicas para que su utilización no provoque accidentes. Por otra parte, se recomienda instalar termómetros e
higrómetros en las distintas dependencias, así como mantener una temperatura de 22 ºC y humedad del aire de 30-50%.
Eliminación de desechos y descontaminación
Uno de los pasos más importantes en cualquier laboratorio es la correcta eliminación de desechos. Este proceso puede involucrar un riesgo para el personas si no se hace adecuadamente y bajo las normas establecidas. Esto, porque un desecho que sea eliminado en un lugar inadecuado puede generar accidentes o tener consecuencias incalculables.
Para un procedimiento seguro, los productos químicos que se eliminan deben ser previamente neutralizados para evitar la contaminación ambiental. Es importante no eliminar líquidos corrosivos ni volátiles por el desagüe. Mientras que cuando el desecho contiene microorganismos debe tratarse a través de autoclave e incinerarse. Asimismo, los residuos radiactivos deben eliminarse según las normas establecidas por la Comisión de Energía Nuclear.
Los recipientes que se utilizan para la eliminación deben retirarse diariamente y disponer de una salida expedita. Por otra parte, los materiales de laboratorio deben lavarse correctamente, eliminando previamente los microorganismos que pueda contener.
Reglas básicas para la manipulación de sustancias químicas
Hay sustancias químicas peligrosas que pueden causar lesiones a las personas que entran en contacto con ellas. Por ello, dentro de las normas de seguridad en el laboratorio se clasifican de acuerdo a su comportamiento. Las sustancias, según el código utilizado por la Comunidad Económica Europea, se clasifican en irritantes, nocivas, tóxicas, corrosivas, oxidantes, productoras de fuego, explosivas y líquidos inflamables.
Estos productos químicos deben contar con sus etiquetas, según los requerimientos del Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS, por sus siglas en inglés). Las etiquetas adhesivas son una gran opción para cumplir con este requerimiento. Además, existen algunas reglas básicas para la correcta manipulación:
- Verificar qué sustancia química está utilizando. Nunca se deben utilizar sustancias desconocidas. Por ello es necesario utilizar etiquetas adhesivas blancas con toda la información del producto.
- Determinar con la etiqueta del envase el grado de peligro del producto.
- Alejar la sustancia química de las diferentes fuentes de riesgo.
- Emplear la protección adecuada para la manipulación de los reactivos.
- Verificar las características de las sustancias para comprobar que no ha cambiado en potencia o composición.
- Tener un amplio conocimiento de cómo reaccionan las sustancias químicas al ser combinadas.
Normas generales para el almacenamiento de sustancias químicas
Un almacenamiento seguro es indispensable en la prevención de riesgos cuando se manipulan sustancias químicas. Las bodegas de almacenaje deben tener una ventilación que permita la circulación del aire y la temperatura adecuada. Además, los estantes deben tener dispositivos que impidan la caída de los recipientes y la altura de los frascos a almacenar.
Por otra parte, los reactivos químicos se deben guardar según grupos afines y utilizar gabinetes de seguridad de acero o refrigeración si se requiere. Estos y otros pasos de almacenamiento son indispensables para mantener la seguridad. Por ello, en Liplata contamos con un amplio espacio de almacenamiento de sustancias químicas, con una superficie de 4.500 mts². Además, nuestro trabajo está enfocado en entregar un servicio responsable con el medio ambiente. También contamos con servicios de logística y distribución para todo tipo de industrias.